sábado, 14 de julio de 2012

Economía para Políticos - Primera Parte


En ocasiones hemos hecho comentarios sobre medidas económicas y sus resultados y una vez tras otra hemos comprobado como todos ellos caen en saco roto. Pensando por qué ocurría eso hemos llegado a la conclusión de que quizás el lenguaje empleado o los conceptos utilizados eran demasiado elevados para ser comprendidos por aquellos que tienen que poner en marcha las medidas necesarias para salir de la crisis. Por eso vamos a iniciar una serie explicativa a un nivel que creemos comprensible.

Primera lección

Érase un político de un país tan pobre, tan pobre, que ni siquiera podía pagar sus deudas. Era uno de los más pobres de Europa. Y resulta que un día, divagando por la Unión Europea y lamentándose de su suerte, apareció una enanita alemana que le dijo:

-Buen hombre, he oído tus lamentaciones y voy a hacer que tu fortuna cambie. Utiliza el Real Decreto; es tan maravilloso que todos los días te permitirá subir un impuesto.
La enanita desapareció sin más ni más y el político llevó el Real Decreto al Congreso. Al día siguiente, ¡Oh sorpresa!, subió el IRPF. Lo puso en una cajita y se fue con ella a la prensa, donde comentó que era lo mejor que se podía hacer.
Al día siguiente, loco de alegría, subió el IVA. ¡Por fin la fortuna había entrado a su casa! Todos los días podía poner en práctica una nueva medida.
Fue así que poco a poco, bajando los sueldos, eliminando derechos, fue convirtiéndose en el hombre más “popular” de entre los de su género en Europa. Sin embargo, una insensata avaricia hizo presa su corazón y pensó:
“¿Por qué esperar a que cada día el Real Decreto me realice un cambio? Mejor los hago todos a la vez y conseguiré todo el dinero que quiera”.
Y así lo hizo, bajo el sueldo a los funcionarios, redujo la prestación por desempleo, introdujo el co-pago sanitario, aumento el impuesto del tabaco, subió el precio de la luz, quitó financiación a la educación …. pero no contó con que los ciudadanos de ese país tenían un límite. A causa de la avaricia tan desmedida que tuvo, este insensato político consiguió que aumentara el déficit, el paro y eliminar el estado del bienestar aunque eso sí, la enanita quedó contenta. 

La primera lección acaba aquí, que cada uno saque sus conclusiones. Hasta la próxima.

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