lunes, 6 de julio de 2015

RAZONES PARA VOTAR NO AL TRATADO DE LIBRE COMERCIO CON ESTADOS UNIDOS



El Tratado de Libre Comercio EEUU-Europa conocido por las siglas TTIP (Transatlantic Trade and Investment Partnership) nos habla de creación de puestos de trabajo, aumento del PIB, aumento de los beneficios comerciales etc. Como siempre sobre el papel todo suele ser muy bonito o casi pero ¿cuáles son los riesgos a los que nos enfrentamos?
En no pocas ocasiones hemos dicho que España se asemeja más a un país de copia-pega que a un país innovador de forma que aunque en estos momentos estemos creciendo por encima del resto de socios europeos lo estamos haciendo vía costes o mejor dicho vía salarios lo cual viene a ser el chocolate del loro ya que no es mantenible ese tipo de crecimiento.
En estos términos este nuevo Plan Marshall pasará por delante de nosotros probablemente como lo hizo el otro, es posible que crezca el PIB lo que dará lugar a grandes páginas en los periódicos y pseudodebates parlamentarios alabando la gestión de los causantes pero se conseguirá mediante el empobrecimiento ya que esa es nuestra forma de competir.
Si igualamos normas, está claro que no se va a poder endurecer las que vienen del lado norteamericano puesto que no serían aceptables en términos de competencia ya que elevarían sus costes y vulneraría su forma de entender el sueño americano y avanzaríamos en la consecución del estado del "Peorestar" esa pesadilla europea que estamos desarrollando últimamente.
No vamos a hablar de la superioridad de las granjas estadounidenses sobre las europeas tanto en número como en eficiencia, en parte por su tamaño y sobre todo por el uso de transgénicos y otras características de ese tipo no permitidas en Europa puesto que ya se ha hablado demasiado sobre el tema y se ha negado el problema desde el lado de los negociadores pero sí podemos hablar sobre los controles de cumplimiento de las normas. Tampoco vamos a entrar en el tema de privatización de servicios públicos, tema también ampliamente tratado, ya que  por mucho "Obama Care" que se haya realizado al otro lado del atlántico tampoco seremos capaces de competir en servicios con las multinacionales americanas.
Sea como fuera el tratado, se permita o no, nunca nos hemos caracterizado por unos sistemas de control efectivos. No lo hacemos entre otros con los productos chinos así que mucho menos lo vamos a hacer con  lo que venga de nuestros socios de la OTAN.
Pero el punto quizás más relevante es el establecimiento de un arbitraje privado en la resolución de conflictos entre gobiernos y multinacionales. En otras palabras, las multinacionales estarían por encima de los Gobiernos ya que estos últimos se verían imposibilitados a variar su estrategia si las urnas así lo determinaran. Simplemente, los Estados no podrían hacer frente a los costes que supondrían el variar los acuerdos, lo que llevaría  cuando menos que a tener que cambiar la constitución española para que en lugar de decir "el poder reside en el pueblo" diga el poder reside en las multinacionales.