Cuando buscamos la palabra
“experto” en el diccionario de la Real Academia Española nos dice que dicho de
una persona es un adjetivo que la denota como experimentada en algo o, en su
segunda acepción, que está especializada o tiene grandes conocimientos en una
materia. Estas son las acepciones que a la palabra experto siempre le hemos
atribuido pero quizá la lengua se ha quedado obsoleta o no tiene interés en
conocer la realidad. Tras la reciente ocupación de un puesto de experto
designado por la Junta de Castilla y León podemos comprobar que la definición
real de experto no consiste en tener grandes conocimientos en una materia pues,
leer lo que otros dicen, no lo podemos calificar como conocimiento y tampoco
experiencia en la materia ya que, presentar el trabajo de otros no te convierte
en persona experimentada.
Haría pues falta añadir otra
acepción que salvo opinión contrario entendemos que es la seguida en este caso,
el uso masivo del postureo y seguidismo mediáticos.
Es conveniente añadir esta
acepción puesto que aquellos que se forman con la intención de llegar a ser
expertos en una materia deben saber que el reconocimiento oficial llega antes a
través de esta vía siendo además menos costosa que si lo intentamos a través
del estudio y del esfuerzo. También es conveniente que lo sepan aquellos que
defienden la reforma educativa como arma de evolución y desarrollo de las
personas puesto que parece que el éxito personal y social no se alcanza
mejorando la educación y por lo tanto
sería conveniente introducir como materia troncal de estudio la asignatura “Salir
en la foto como principal determinante del éxito profesional”.
Da la impresión que lo que viene
proponiendo el Partido Popular no encaja exactamente con su forma de actuar y
se podría pensar que en vez de buscar el desarrollo y el progreso, quizá por
cuestiones electorales, se refugia en un involucionismo endogámico que más que
llevarnos al futuro nos apuntala en el ayer. No resulta extraño ver como los jóvenes que
tienen cerebro y aspiraciones intentan huir de esta Comunidad.
Esta forma de actuar puede ser
buena para la política que, como todos sabemos, es una carrera profesional que
no exige ninguna cualificación pero no creemos que sea aceptable para la admisión
de alguien como experto, a no ser que se trate de una maniobra para
desacreditar las opiniones de los verdaderos expertos y favorecer de esa manera
la adopción del pensamiento único imperante en los partidos políticos.
Esperemos que los próximos
designados no pertenezcan a alguno de esos programas con los que mediaset
pretende secuestrar nuestra inteligencia. Aunque, si se diera este caso, por lo
menos serían auténticos expertos en el arte del postureo y en hablar de muchas
cosas.
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