El 28 de enero hemos podido leer
que el Embajador de España en Bolivia pidió al gobierno Boliviano condiciones
de seguridad jurídica para las empresas españolas en ese país, afirmando que un
inversionista necesita seguridad para su inversión, seguridad para cualquier
conflicto que pueda haber en el desarrollo de su inversión. Loable actitud,
reciba desde aquí mi aplauso.
El problema, como casi siempre
suele suceder, es que mientras se pide seguridad jurídica en otros países, en
España se deteriora cada vez más. Aquí, rige el principio de que si no está
dentro de la norma, se cambia la ley para que encaje y ese procedimiento nos
lleva por ejemplo al hecho de que baste una declaración responsable para poder
llevar a cabo determinadas actuaciones. ¿Cabe mayor inseguridad jurídica? Estoy convencido de que muchos casos de los
que se están ahora juzgando en los tribunales españoles o están siendo
investigados contaban con las autorizaciones administrativas para ejercer sus
actividades y aún así han incumplido las normas por las cuales ahora se les
juzga. Ahora con el paripé responsable
no hace falta más autorización (ya que dudamos que los mecanismos de
comprobación funcionen. No han funcionado nunca así que, ahora con los recortes
mucho menos).
En este punto, cabría preguntarse
si un concierto como el celebrado en el Madrid Arena podría celebrarse
simplemente presentando el paripé (como sabemos produjo varios fallecimientos)
o si se podría abrir una discoteca como la causante de la triste tragedia (231 muertos) que
ha tenido lugar en Brasil (discoteca Kiss) simplemente
diciendo que vamos a cumplir la norma. Los daños causados son irrecuperables y
serían responsabilidad de la administración por dejación en el cumplimiento de
sus obligaciones aunque se escuden en que el paripé responsable les exime,
precisamente, de esa misma responsabilidad.
Algún ciudadano puede sentirse
amparado por una norma por la que se libera de responsabilidad a los encargados
de hacerla cumplir simplemente por no querer cumplir con su obligación.
Bueno, seguro que si usted abre
un modesto negocio recibe la visita de los hombres de negro. Ese es el gran
adelanto del paripé, poder elegir a quién vamos a perseguir. Basta ver como acorralan
a los negocios que no cumplen sus obligaciones fiscales mientras conceden una
amnistía fiscal a los grandes defraudadores.
¿Por qué pedimos seguridad
jurídica en otros países cuando la desmantelamos en España?
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