Muchos de nosotros nos hemos
visto, en algún momento, en la necesidad de buscar trabajo y con suerte hemos
podido acceder a las entrevistas previas a la contratación. Pero antes de
ocupar el puesto que nos ofrecen, tenemos que superar una serie de cribas
establecidas por los empleadores. En política ocurre igual.
Cada cuatro años, más o menos, la
empresa España ofrece puestos de trabajo, presentándose varios candidatos
aunque, en este caso, somos nosotros, los votantes, los encargados de hacer esa
selección. Sin embargo, y al revés de lo que ocurre con las empresas, no
podemos realizar preguntas al candidato teniendo que conformarnos con debates o
entrevistas televisivas, en la mayoría de los casos pactadas por los propios
aspirantes.
No obstante, si tuviéramos que
hacer la selección siguiendo las pautas que marcan los empleadores ¿cómo actuaríamos?